Suite Vollard de Pablo Picasso – 2005

La ciudad de Neuquén se honra en recibir la colección «Suite Vollard» de Pablo Picasso, un hito histórico para esta capital y sus habitantes quienes, en estos últimos años, han sabido demostrar su amor y respeto por el arte y la cultura universal.

El Instituto de Crédito Oficial de España, custodia de las obras del malagueño, ha confiado en nuestro Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén permitiendo la realización de esta muestra.

«Suite Vollard» es una de las tres series gráficas más importantes del arte universal junto a los grabados de Rembrandt y los de Francisco de Goya y Lucientes sobre los desastres de la guerra. Estas dos últimas colecciones visitaron Neuquén en 2001 y 2003, generando un verdadero fenómeno cultural en la región y sentando las bases de la que es hoy una sólida relación entre nuestros habitantes y el arte.

Ahora «Suite Vollard» de Picasso, su obra madura, está en Neuquén y cierra el ciclo de la gran trilogía. Las tres series en poco más de tres años, lo cual representa un privilegio para cualquier ciudad del mundo.

Pero no es el único elemento notable de esta feliz circunstancia que significa la llegada de esta colección a nuestra ciudad. Se podría decir que Neuquén y Picasso, a poco de comenzado el tercer milenio, se han encontrado en un mágico cruce de caminos en la línea del tiempo.

En 1901, cuando la ciudad de Neuquén era tan solo un paraje con unas pocas casas, Picasso exponía por primera vez en París y lo hacía en la galería de su amigo Ambroise Vollard, gestor de la colección de grabados que hoy lleva su nombre.

Tres años más tarde, en 1904, cuando los pioneros fundaban la nueva capital en medio de viento y el sol del desierto, el artista realizaba el primer grabado de su vida y comenzaba, al año siguiente, su llamada «época rosa».

Finalmente, en mayo de 1937, cuando los obreros concluían el puente carretero sobre el río Neuquén, una obra sin precedentes en la historia vial argentina y que levantó la incomunicación a la que parecían condenadas estas tierras, Picasso tendía su propio puente con las conciencias alertas del mundo entero, sacudidas por la Guerra Civil Española, y daba inicio a su creación más famosa: «Guernica».

Una ciudad y un artista. Dos caminos paralelos que hoy, de la mano del arte, se cruzan en la estepa patagónica.

Oscar Smoljan – Director MNBA Neuquén