Pablo Suárez

Con la obra de Pablo Suárez llega al Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén el legado de uno de los grandes artistas plásticos argentinos comprometidos con su pensamiento y con su realidad, “uno de los últimos anclajes de la resistencia”, como lo definió su amiga, la crítica Laura Batkis.

Artista desde los once años, Suárez entendía el arte, más que como una experimentación, como una comunicación directa con el espectador.

El camino de ida y vuelta entre el emisor y el receptor llevado a la creación artística, el paradigma de la generación de los años 60 que revolucionó la vida cultural argentina.

Sus obras hablan de lo que acontece. Sin rodeos, sin eufemismos ni abstracciones inalcanzables. Admirador, entre otros, de Molina Campos y de Cándido López, Suárez, como pocos, entendió que el medio es el mensaje.

Lo subrayaba de alguna manera cuando confesaba que no podía dejar de dar cuenta en sus obras de lo que ocurría en la sociedad en la que vivía.

Éste fue su compromiso de por vida entre sus ideas y su prójimo, en particular el más débil en la escala social del fin de siglo.

Su recordada carta de despedida del Instituto Di Tella de 1968, escrita y manifestada a las puertas del mítico centro cultural en plena dictadura de Onganía, puede ser equiparada, en las artes plásticas, a otras grandes y memorables misivas que le dejaron al país protagonistas sociales y políticos del siglo pasado, como Leandro N. Alem, Lisandro de la Torre o Rodolfo Walsh.

“Nadie puede darles fabricado y envasado lo que está dándose en este momento; está dándose el Hombre”, escribió el artista que, de pequeño, supo recorrer las galerías de arte de la mano de Antonio Berni a quien de joven frecuentó al igual que a tantos otros como Greco, De la Vega o Santantonín.

Sus obras lo traen todo el tiempo a la vida y confirman la inmortalidad de la que goza todo artista verdadero cuando sintoniza con el pulso de su tiempo.

Sobre esta muestra, que el MNBA Neuquén celebra, sobrevuela una de sus últimas frases: “Me gustaría que quedara abierto el futuro”. A todos nosotros nos cabe mantener en pie esta consigna.

Oscar Smoljan – Director MNBA Neuquén