Las obras de más de cuarenta artistas plásticos del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, están presentes en este catálogo, como protagonistas de estas Confluencias, la muestra que pone en valor a los creadores de la región, convocados en torno a esta palabra, tan cercana a nuestra identidad patagónica, que es a la vez definición geográfica e idea fuerza.
Así como nuestros ríos Neuquén y Limay confluyen en este preciso lugar de la Tierra, cada uno con su respectivo cauce, con su historia, su pasado y su esencia y le dan vida a un tercero, el Negro, estos artistas han confluido en esta muestra, cada uno con su bagaje expresivo, con su propia historia también, con sus ideas y pensares, afortunadamente diversos entre sí, pero ricos en experiencia y talento.
Más de doscientos proyectos fueron presentados para esta ocasión, respondiendo a la convocatoria de este evento, y más de cuarenta fueron seleccionados en la curaduría de dos especialistas que nos honran: Matilde Marín y Ana María Battistozzi, quienes delinearon el guión sobre el cual cada obra navega en conjunción con las demás.
Se trata de un acontecimiento tan relevante como inédito, que ocupa los más destacados pero a la vez diversos escenarios culturales de nuestra ciudad, como el Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén, la Sala de Arte Emilio Saraco, el Paseo de la Costa, las bodegas NQN y Familia Schroeder, la sala de arte de la Fundación OSDE y por supuesto la vía pública.
Una muestra que ha reunido lo mejor del arte contemporáneo de esta región, en disciplinas tan disímiles como el video, la fotografía, el arte conceptual, la escultura, pero también aquellos soportes más tradicionales. Son obras que se refieren al espacio y el tiempo que vivimos y al pensamiento vital y pujante de la Patagonia. Son artistas que miran la realidad y ensayan en sus obras las claves para entender y ser mejores.
Tierra de pioneros trashumantes, de pobladores bravíos que no temieron desafiar los elementos en pos de construir su propio futuro, Neuquén y el Alto Valle configuran una metáfora de la libertad, el sacrificio y el deseo del hombre de vivir plenamente sin condicionamientos.
Y este desafío no cesa. Se ve claramente en las obras de estos talentosos creadores que han surgido de esta tierra bañada por la hermandad de dos ríos que se unen buscando el mar y de este espíritu osado que se respira en cada una de sus obras.
Quizás aquí esté el mensaje de esta muestra: la ciudad donde confluyen el talento, las ideas, la fuerza creativa de los hijos de la Confluencia, convocados por esta identidad que supone la unión en la diversidad y el respeto al otro, potestad casi mágica del arte y la Cultura que nos ayuda a superar las dificultades, las encrucijadas colectivas y los callejones sin salida.
Y que estas Confluencias de artistas y su público fluyan vigorosas hacia un nuevo cauce de arte y libertad.
Oscar Smoljan – Director MNBA Neuquén
