El Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén presenta esta muestra del artista plástico Manuel Espinosa, uno de los fundadores del arte concreto, movimiento artístico de vanguardia y proyección internacional.
Sus obras traen a nuestra memoria momentos claves de la historia de nuestro arte nacional durante el siglo XX: el nacimiento de la abstracción, la aparición de la Nueva Figuración, el surgir de nuevos lenguajes estéticos de los que se abrieron muchos de los caminos que hoy transitan las artes plásticas de nuestro país.
Espinosa, al igual que sus otros compañeros de ruta de la Asociación Arte Concreto-Invención, como Iommi, Hlito, Maldonado o Lozza, -de quien una de sus obras preside la entrada a nuestro auditorium- abrió la puerta al nuevo mundo en un momento histórico crítico marcado por convulsiones y cambios dramáticos que condicionaron el futuro mismo de nuestra cultura.
En esa encrucijada de los años 40, con el mundo aún en guerra, aquel único número de la revista Arturo establecía las bases de lo que habría de llamarse arte concreto: la autoridad casi científica de la línea y el plano, el dominio incondicionado de la geometría sobre cualquier ilusión pictórica pasajera o engañosa.
Fue el gran quiebre, la ruptura con la tradición de estéticas que venían de antaño; de aquellas de los precursores, los clásicos y los impresionistas. Ruptura con el pasado y cambio profundo de ese su lenguaje estético hasta entonces vigente.
Pero, quizás, fue también el intento de poner orden en el caos, delimitando con líneas, ángulos y planos la debacle de un mundo de posguerra que se derrumbaba, de un esquema internacional que se caía a pedazos ante el advenimiento de un orden nuevo, de un nuevo poder dominado por la ciencia, el átomo y la comunicación. Todo ello sustanciado en la pureza de la geometría como rectora y maestra de ese otro tiempo que nacía.
El mismo Espinosa reafirmó este compromiso de más de sesenta años con sus ideas y su estética. Poco antes de morir, sostuvo en un reportaje que, de continuar trabajando, sus trabajos serían “completamente geométricos” y que, probablemente, toda su vida no haya sido más que la realización de una misma obra.
Recibir esta muestra es como recibir al propio artista vivo. El nombre de Manuel Espinosa se agrega ahora a los de otros talentos mayores que alimentan al MNBA Neuquén, como lo son el propio Luis Tomasello, Raúl Lozza, León Ferrari, Julio Le Parc, Mario Roberto Álvarez… Creadores, todos ellos, cuyas obras sostienen el rico entramado cultural del país. Y ejemplo, a la vez, para las nuevas generaciones ávidas de creatividad y modelos a seguir.
En estos tiempos de perfiles difusos e inciertos, esta muestra de Manuel Espinosa nos permite recuperar la Geometría, no sólo como un momento culminante en la historia del arte nacional, sino como un camino a seguir en pos del anhelado equilibrio entre el hombre y su mundo.
Oscar Smoljan Director del MNBA Neuquén
