La piel de los hijos de GEA. Isabel Muñoz y Maribel Domenech

La piel de los hijos de GEA. Isabel Muñoz y Maribel Domenech

Es un grato honor para el Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén recibir la muestra “La piel de los hijos de Gea”, de las artistas Isabel Muñoz y Maribel Domènech.

Agradecemos por ello a la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España, en la persona de su directora general, Dª Isabel Serrano, por permitir encontrarnos hoy con esta colección de obras que nos muestra las visiones singulares de estas dos artistas sobre el cuerpo, el alma y la condición humana. Pero, principalmente, por la posibilidad de continuar, de alguna manera, con una relación que inauguramos en 2004, a la par de la apertura de este museo, con el Instituto de Crédito Oficial, el ICO.

Una fructífera relación de cooperación, confianza y crecimiento entre el MNBA Neuquén y España, que ha engrandecido la Cultura de esta ciudad.

También queremos expresar nuestro reconocimiento al curador de la muestra, Dn. Amador Griñó, por sus buenos oficios, gentileza y profesionalismo, cualidades que se unieron para que hoy contemos con esta muestra al alcance de nuestra gente.

También al Ministerio de Asuntos Exteriores de España y a su Embajada en nuestro país por facilitar este vital encuentro.

Estas obras miran al hombre en sus dos facetas más descarnadas. Por un lado, en la cruda manifestación de su propia piel, labrada por tatuajes y cicatrices que enumeran sus miedos ancestrales y su cosmogonía. Su visión del universo y de sí mismo. Y, por el otro, en el envoltorio casi simbiótico de la indumentaria, la segunda piel que habla de nuestras hipocresías y nuestra desnudez.

Dos caras de una misma condición que, por nada del mundo, podría circunscribirse a una etnia, grupo o sector de la sociedad, sino que representa lo que todos, sin excepción, podemos mostrar y mostrarnos- desde nuestra propia humanidad.

“La piel de los hijos de Gea”  los hijos de la tierra – es nuestra propia piel multiplicada en cientos de pieles y vestimentas. Somos nosotros en otros, “uno mismo en otro cuero”, según aquella bellísima metáfora de la amistad que dijera el gran Atahualpa Yupanqui.

La prueba cabal de que, más allá de las diferencias aparentes, hombres y mujeres podemos reconocernos en un mismo origen pero, a la vez, en un mismo destino.

Oscar Smoljan – Director MNBA Neuquén