Hervé Fischer

Vivimos en un mundo impregnado de números. Un planeta sesgado por guarismos matemáticos y formulaciones económicas donde los índices y los porcentajes parecieran ser más importantes que las propias personas.

Un escenario en donde lo digital, infinito maridaje entre unos y ceros, parece dominar la existencia humana y en donde la obra del talentoso Hervé Fischer, considerado el padre del llamado “arte digital”, viene a cuestionar el orden establecido por frías e inclementes cifras.

Filósofo, sociólogo, profesor de Cultura y Comunicación de la Sorbona, pensador agudo de nuestro tiempo, testigo privilegiado de los convulsionados años 70 en su París natal, este poderoso observador de la historia en tiempo real nos lleva, en sus “Paisajes Financieros”, a una intensa recorrida por este tiempo numérico en que todos parecemos ser más un código de barras que seres humanos. Sus obras desnudan y ponen en discusión ese pensamiento único que parece regir el mundo en que vivimos.

Se dan cita en esta muestra los mercados y sus índices, los de los países poderosos y los de las naciones emergentes; el código de barras, paradójicamente surgido de la comunicación telegráfica Morse que unió a los pueblos; y la sociedad de consumo, con sus pros y sus contras.

Todo este escenario es cuestionado por Fischer con maestría implacable. Con certera mirada de crítico feroz desmenuza los postulados, símbolos y espejismos de un tiempo llamado a cambiar, más tarde o más temprano.

Sus obras plantean en sí mismas el germen de un urgente cambio de paradigma que nos regrese a un humanismo aparentemente olvidado; a una escala de valores que reivindique los postulados universales que permitieron evolucionar el pensamiento de la humanidad, escala actualizada a los tiempos que corren, tiempos de lenguajes nuevos y carriles de comunicación tan veloces como las conexiones de banda ancha.

La obra de Hervé Fischer resume también la apabullante cultura de su creador. Es como una descomunal cátedra acerca del mundo actual, dictada por uno de los más importantes pensadores contemporáneos. Como él mismo ha dicho “Hoy en día, Goya ya no pintaría la Corte de España,……., Ingres no pintaría desnudos, ni Claude Monet nenúfares, ni Van Gogh el sol, ni Malevitch cuadrados negros, ni Mondrián geometrías, ni Picasso naturalezas muertas. Pintarían paisajes financieros, diagramas que suban al cielo y más a menudo desciendan a los infiernos: la economía y las finanzas pasaron a ser nuestro Dios, nuestro cuerpo, nuestra naturaleza, nuestra vida interior y nuestro imaginario.”

Con esta muestra, que el MNBA Neuquén se honra en presentar, queda demostrada una vez más la poderosa función docente que trae aparejada el arte. Docencia en cuanto debate de ideas y a la vez vehículo para el cambio de cada uno hacia mejores estadíos de la conciencia humana.

Oscar Smoljan – Director Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén