Ana Lia Werthein

Llega al Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén esta muestra de Ana Lía Werthein, titulada “Hacia una poética de la producción”, un recorrido visual, mínimo y expresivo sobre el universo del campo, sus labores, sus personajes y los objetos que lo componen y dan vida.
En estas obras, Werthein viene a marcar un cambio sustancial respecto de las formas con las que tradicionalmente se trató el tema del agro en la pintura argentina.
A diferencia de los pintores clásicos, que reflejaron la vida rural ya sea desde el paisajismo detallista, con la inconmensurable llanura pampeana como modelo, como en los retratos, realistas o impresionistas, de sus personajes emblemáticos como el gaucho, Werthein muestra el campo desde otro lugar.
La artista nos trae visiones rurales absolutamente actuales, cotidianas y totalmente reconocibles para nuestra percepción icónica. En esas instantáneas, Werthein pone en juego herramientas que provienen de cada uno de sus oficios terrestres.
En un entorno casi minimalista, ascético, despojado de todo lo que la creadora ha considerado superfluo, Werthein, que además de pintora y fotógrafa también ostenta un grado en psicoanálisis, parece ahondar de igual modo en los objetos, trenes o camiones, como en los actores que le dan vida a uno de los sectores productivos fundamentales que sostienen la economía argentina y de cualquier país.
En las imágenes, la artista da vida a cada escena partiendo de una síntesis casi absoluta y destacando elementos con mínimos colores, los cuales cumplen eficientemente con su tarea de poner en orden cada parte en función de un todo que impacta como una toma instantánea.
El campo y su paisaje, las labores que le son intrínsecas, los vehículos, los animales y los productores, capataces y peones, todos son aquí actores del drama-aventura que es la producción agropecuaria.
En cada obra, cada uno de ellos se va integrando en la representación de esa realidad, pero desde la visión de su creadora, que resulta finalmente una visión profundamente conceptual.
Para Werthein, un tren que atraviesa la Pampa es mucho más que un mero medio de transporte en medio de la infinitud de un paisaje. Es un mensaje, una idea, un concepto que tanto parece surcar la nada infinita como estar detenido en el tiempo.
Aquí quizás resida la poética de un mundo que se suele ver más prosaico y terrenal. Un mundo asociado a la producción y la riqueza, cuando en realidad guarda en sí mismo toda una estética que ha sido rescatada desde siempre tanto en la pintura, como en la literatura y en el cine.
En estas obras, Werthein, del mismo modo que lo hicieran en lo suyo Ricardo Guiraldes o Carlos Guastavino, trastoca lo rural en poesía y hace germinar la belleza salvaje de la tierra, la rudeza del trabajo, la fuerza de nuestra gente de campo, pero en una conjunción provechosa en la que se unen en igualdad de fuerzas, sus ojos de fotógrafa, su corazón de artista y su percepción de psicoanalista.
Si nos dejamos conducir por estas tres artistas que conviven en Ana Lía Werthein, seguramente esta muestra y las obras que la componen nos ayuden a ver, de forma tan clara y luminosa, un mundo que muchas veces parecemos atisbar distante y hasta desconectado de nuestra propia y compleja realidad.

Oscar Smoljan – Director del MNBA Neuquén