Edgardo Giménez

Es un honor y una inmensa alegría presentar una parte de la extensa producción de Edgardo Giménez en el Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén.

La muestra “Edgardo Giménez/Cinco Estrellas” propone un recorrido por la obra de este artista quien, sin dudas, ocupa un lugar relevante en el diseño y en la vanguardia de nuestro país.

Autodidacta, Giménez comenzó su carrera trabajando en gráfica publicitaria para la promoción de eventos culturales. En 1964 hizo su primera exposición individual y hasta ahora no deja de producir arte desde cualquiera de las formas de expresión que se proponga abordar.

Forma parte de la generación de artistas del Instituto Di Tella, que gestó en los años sesenta un quiebre cultural bajo la proclama de libertad, juego creativo, fiesta, critica  revuelta social.

“Yo hago otro juego porque me parece que la obligación del artista es mostrar la salida. Busco que mis muestras sean estimulantes, que provoquen felicidad” dice y define así su visión creadora.

La filosofía y la estética de Giménez cultivan el humor y la alegría. Sus obras tienen colores resplandecientes, formas divertidas y lúdicas. Intenta que la vida sea grata. Se ubica, entonces, en el denominado arte pop, que expresa un mensaje directo y cercano al espectador.

El periodo comprendido entre la presidencia de Arturo Frondizi, y la dictadura de Juan Carlos Onganía, tropezó con una sociedad minada por la intolerancia y el descontento. En este contexto, el Di Tella proporciono una bocanada de aire fresco para el conjunto de la sociedad y proveyó a numerosos artistas, los medios y el estimulo para la acción creadora. En unos pocos años, las experiencias nacidas en el instituto cambiaron sustancialmente la relación entre el artista y el espectador, entre la creación y la vida.

Vestuarista, pintor, escultor, arquitecto, Giménez sostiene que la razón por la cual no se dedicó a expresar la realidad y la violencia es porque están presentes todos los días, en todos los medios.

Los medios de comunicación estuvieron presentes en la escena creativa del artista.

En 1966 diseñó la portada de la revista Primera Plana. También participó como escenógrafo de los films Psexoanalisis (1968) y Los Neuróticos (1971) de Héctor Olivera, consideradas las primeras películas pop de la Argentina.

Fue director de arte de los teatros San Martin y Colon de la ciudad de Buenos Aires. Además diseñó afiches, muebles, tapas para libros, objetos de uso cotidiano y tapices.

Giménez es un artista multifacético. Un artista irreverente y provocador. Un artista que sabe cuál es su tarea: “Una obra no puede dejar ileso a quien la mire”.

 

Ivana Quiroga – Directora MNBA Neuquén